Mauro Giallombardo y Juan De Benedictis, dos reconocidos pilotos de TC, la categoría más popular del automovilismo, quedaron envueltos en un escándalo tras la viralización de un video prohibido.
Los corredores se grabaron mientras mantenían relaciones sexuales junto a una promotora. "Mandale un saludo a los tribilines", le dice uno de los pilotos a la sensual morocha para dedicarle el video a su colega Agustín Canapino: "Para Agus que se lo pierde", dicen entre risas.
En el primer video, que dura 46 segundos, mencionan varias veces a Canapino: "Mirá, Agu, the original", destaca Giallombardo, mientras le muestra a la promotora.
En el segundo video, que tiene una duración de 58 segundos, se ve a los dos teniendo relaciones sexuales al mismo tiempo con la mujer.
"Callate, p.., no grites", le pide quien sostiene el teléfono y luego exige el saludo para sus amigos: "Decile, decile a los chicos que te gusta que te rompan el o... Mandale saludos a los tribilenes que te van a c... unos cuántos".
La morocha se anima y responde: "¿Ah, sí unos cuantos? Mejor, un saludo para los Tribilines".
A raíz de este episodio, Giallombardo y De Benedictis podrían tener problemas con los sponsors que figuran en sus respectivo autos, lo que haría peligrar su continuidad en la temporada.
Mauro Giallombardo y Juan De Benedictis, dos reconocidos pilotos de TC, la categoría más popular del automovilismo, quedaron envueltos en un escándalo tras la viralización de un video prohibido.
Los corredores se grabaron mientras mantenían relaciones sexuales junto a una promotora. "Mandale un saludo a los tribilines", le dice uno de los pilotos a la sensual morocha para dedicarle el video a su colega Agustín Canapino: "Para Agus que se lo pierde", dicen entre risas.
En el primer video, que dura 46 segundos, mencionan varias veces a Canapino: "Mirá, Agu, the original", destaca Giallombardo, mientras le muestra a la promotora.
En el segundo video, que tiene una duración de 58 segundos, se ve a los dos teniendo relaciones sexuales al mismo tiempo con la mujer.
"Callate, p.., no grites", le pide quien sostiene el teléfono y luego exige el saludo para sus amigos: "Decile, decile a los chicos que te gusta que te rompan el o... Mandale saludos a los tribilenes que te van a c... unos cuántos".
La morocha se anima y responde: "¿Ah, sí unos cuantos? Mejor, un saludo para los Tribilines".
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