Fueron más fuertes que el jueves porque la A, la C y la D pararon en horarios centrales. En la Ciudad dicen que no hubo negociaciones con los metrodelegados. Entre hoy y mañana dan el cronograma. |
Sin servicio. La imagen, ayer en la estación Federico Lacroze de la línea B, que no funcionó entre las 11 y las 14. |
El lunes continuarán los paros rotativos en el subte y este fin de semana los metrodelegados anunciarán el cronograma. Fuentes macristas afirmaron que no están negociando con la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) ni tienen intención de hacerlo. Ayer, en el segundo día de paros, la medida de fuerza tuvo más impacto que el jueves: hubo 370.000 pasajeros afectados, porque los gremialistas paralizaron las líneas A, C y D en horarios centrales.
En el eje del conflicto con los metrodelegados está una retención del 1% a todos los empleados para la UTA, según firmó este último sindicato con la Subsecretaría de Trabajo porteña en el acuerdo paritario cerrado el martes. El mismo acuerdo que fijó un aumento salarial del 23%, lo que llevó el sueldo inicial de un peón de limpieza –la categoría más baja– a $ 7.694.
Ayer en asamblea la AGTSyP resolvió seguir con los paros la semana próxima “ante la falta de respuestas”, según confirmó el secretario de prensa del gremio, Enrique Rositto”. “Paramos porque el Gobierno porteño, la UTA y Metrovías cerraron un acuerdo y una política a nuestras espaldas”, dijo el metrodelegado Ariel Rochetti.
El telón de fondo del conflicto es el proyecto que le da un marco jurídico al traspaso del subte a la Ciudad, que ayer empezó a ser tratado en la Legislatura y al que los metrodelegados consideran “antiobrero”. Entre otras cosas, porque declara al subte servicio público esencial, lo que obliga a garantizar el 90% de las frecuencias en horario pico y el 60% en horas valle, aún en caso de paro. Y porque fija multas de hasta $ 166.000 por bloquear vías o liberar molinetes.
Los paros sucesivos de tres horas por línea ayer comenzaron en la línea C a las 5, un horario en que transporta numerosos pasajeros que llegan a Capital en los ferrocarriles Roca, Mitre y San Martín. Después sucesivamente pararon las líneas E, B, H, A y D. Fue un día difícil para viajar, aún fuera de los horarios del paro. El Premetro no anduvo de 10 a 14, por una protesta de vecinos que reclamaban por un problema eléctrico. Y de 10.40 a 11.20, estuvo cortada la línea A, según Metrovías por problemas técnicos. Esto generó más malhumor entre los pasajeros. “Cuando ya estábamos subidos a la formación en Primera Junta, informaron por los parlantes luego de una gran demora que el servicio estaba interrumpido –contó Jorge Repka–. Primero dijeron que por medidas gremiales y después que por problemas técnicos. El paro de la A estaba previsto entre las 17 y las 20, pero de repente, sin explicaciones y sin reintegro del pasaje, nos encontramos todos varados”.
Los pasajeros tuvieron que amoldarse al cronograma de paros . En la línea B, por ejemplo, la gente fue llegando a la estación Los Incas poco antes de las 14, la hora prevista para reanudar el servicio. “Estoy saliendo más tarde que de costumbre, pero aún así voy a llegar al centro antes que si hubiera tomado un colectivo –contó Cristina Menéndez–. Si siguen haciendo paros viajar va a ser una pesadilla”.
La vicejefa del Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, cuestionó a los metrodelegados: “No se justifica que miles de personas tengan dificultades para llegar a su trabajo o volver a su casa a la noche, por un gremio que, además, no tiene representación legal. Este paro no tiene ningún tipo de justificación. Hay una paritaria acordada más que beneficiosa para los trabajadores del subte, con salarios muy razonables”.
Fuentes del macrismo afirmaron que no negocian ni negociarán con los delegados de la AGTSyP. Y en un comunicado Metrovías atribuyó el conflicto a “una disputa intrasindical”. Extrañamente, ayer hubo una coincidencia entre los metrodelegados y la UTA, cuyo titular, Roberto Fernández, también criticó el proyecto que regula el traspaso de los subtes: “No estamos de acuerdo con que se declare al subte servicio público esencial y que puedan ser denunciados penalmente los trabajadores que decidan una huelga”, dijo. Y recordó que la Organización Internacional del Trabajo en 1994 emitió una recomendación indicando que el subte no era un servicio esencial porque hay medios alternativos de transporte.
Esta semana el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, también opinó que el subte no es un servicio esencial . Aunque ayer salió a la luz una resolución que firmó junto al ministro de Planificación, Julio De Vido, en 2009 para frenar un paro de 24 horas. En ella calificaba al subte como “servicio público esencial”. Argumentaba que su suspensión afecta a millones de usuarios, “paralizando total o parcialmente las condiciones normales en que se desarrolla la comunidad”.
Fuente: Clarín
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